Hace mucho que no visito vuestros blogs y que cuido poco éste. Y no es ni por dejadez ni por hartazgo, sino por otros motivos de fuerza mayor que algunos conocéis y a otros no os interesarán demasiado. Pero como imaginaréis, tengo un montón de libros de los que me gustaría hablaros, o mejor dicho de los que tengo muchas ganas de seleccionar y copiar un párrafo o varios para formar una entrada que me resulte especialmente sugerente y así pueda alentar a la lectura y al mismo tiempo construir mis puzzles habituales unido (el párrafo) a una obra de arte que, además, significan algo para mí, que por supuesto no sabéis normalmente pero que no importa, no es mi intención que descubráis la canalización de mis sentimientos, una especie de mural del cole, sino recomendar un libro y, de paso, recordaros algún cuadro o foto que me parezca que en ese momento merece la pena ser contemplado -y en muchos otros.
Esta vez, saltando todo orden en cuanto a las lecturas (como siempre), voy a hacerlo de otra forma. Hace tiempo (ya ni me acuerdo cuánto, ni dónde fue)hablamos BLAS y yo (y algún otro bloguero, creo recordar que estaba en el ajo Elphaba, quizás Candela...) de Murakami. Yo decía que no me gustaba, pero a la vez tenía algo que me atraía, que me enganchaba; pero no consideraba que tuviera ninguna calidad literaria, sino solamente la de los "best sellers", en los que no englobo a todos pero sí prácticamente todos, que ni leo porque no me gustan ni me atraen ni me interesan; en conclusión: que no sabía qué me pasaba con sus libros. Mejor dicho, con su libro, pues esto me pasó con Tokio blues, y decidí dejar al autor olvidado porque definitivamente no me había gustado: me autoconvencí de que quizás me había enganchado como puede hacerlo cualquiera con un programa tonto de la tele o al solitario del PC o a los diarios de deportes -a los que les gusten los deportes.
Un día, paseando por la FNAC -a la que no he vuelto desde que me timaron (aún estoy esperando que entreguen un pedido del día 6 de octubre del año pasado en el que regalaban un paraguas y antes de ayer le llegó a la persona destinataria ¡el paraguas! sin los libros, después de un cruce de infinitos correos en los que me dicen que tuvieron un problema y que lo están intentando solucionar y que a la mayor brevedad recibirá el pedido la persona que tiene que recibirlo; ahora ya ni me contestan) y ante su desfachatez y falta absoluta de un mínimo de profesionalidad y de ética apoyándose en el prestigio de la marca que han tirado por los suelos o más abajo y enfangado con todo lo que corra por los subsuelos, he dejado de ser socia y de comprar allí y por supuesto no volveré a hablar de ellos a no ser que sea mal.
El caso es que por aquel entonces aún confiaba en "la marca" (y gasté mucho dinero allí, qué pena); también paseaba y siempre salía con algunos libros, ya conocéis mis vicios; pues ese día vi por todas partes la portada de Kafka en la orilla, de Murakami, claro; calentito, recién salido del horno; inmediatamente me atrajo ese gato que me miraba -con esos ojos que a mí se me parecía a Max- y el título, como siempre que veo el nombre de Kafka. Hasta la colección de la editorial se llamaba "Maxi" ;-). Pero al ser de Murakami... Seguí adelante, con paso firme y seguro, pero no sé qué me pasó cuando se me cruzaron los cables y me di la vuelta, cogí uno que no estuviese estropeado ni abierto (una manía, ya sé) como si fuera una autómata obedeciéndo órdenes de un plano superior (no estoy loca, no, jaja) y lo llevé en una mano, bajo, y me dirigí a la caja a hacer cola (tantas cajas y tan pocos cajeros, ay) sin mirarlo, para no arrepentirme y darme la vuelta. Lo compré.
En casa lo coloqué en una de las librerías y ahí quedó. Y llegó un día en que me atreví, lo cogí y lo empecé. Aluciné con lo que descubrí, pues vi que estaba en un error (yo); que el tío es un genio y los libros muy buenos y que era yo la que me equivocaba, ¡o el traductor! pues el idioma japonés no se puede traducir así como así, y todo el contenido estaba compuesto por frases cortas o cortísimas seguidas continuamente de comas y formando párrafos grandes. Nosotros no hablamos así, ni así escriben los clásicos siquiera. Empecé a leerlo obviando las comas e imaginándome la
puntuación yo (que escribo mal pero corrijo muy bien, jeje) y, por supuesto, me encantó.
Tiempo después, hace unas semanas, encontré una opinión de María Zamparelli en un club de lectura que me fascinó, porque decía todo lo que yo pensaba y me gustaría saber expresar tan bien pero no soy capaz; así que le escribí para pedirle su consentimiento para publicarlo en el blog y accedió; yo, encantada y agradecidísima, lo copio aquí:
Me resulta por demás curioso que las reseñas a las que nos refirió "X" sobre la novela de Murakami sean tan superficiales en su contenido. Después de todo esta novela no es la primera del escritor quien además, según una reseña en la revista The New Yorker ,se vislumbra como posible candidato al premio Nobel de Literatura.
¿Por que no comenzamos por el principio? Al dar inicio la novela el protagonista, Kafka (algo así como cuervo y hay que tomar en cuenta qué simboliza el cuervo en la mitología china) el protagonista de quien curiosamente no conocemos el nombre conversa con otro muchacho llamado Cuervo. El capítulo se titula precisamente El joven llamado Cuervo. Desde ése primer "diálogo" el autor nos plantea la realidad y tono de esta novela. Según avanzamos descubrimos que ese otro personaje llamado Cuervo no existe. Es una manifestación de la conciencia, del ego, de la realidad interior de Tamura. Quién sabe si de sus temores existenciales. El autor no nos lo va a explicar ni tampoco tirará la línea divisoria entre la realidad, la mitología, lo espiritual o lo onírico. ¿Para qué? Todo convive igual que convive en los mitos griegos, romanos, celtas, chinos etc. Lo que desconcierta al lector contemporáneo, mejor dicho, a algunos lectores contemporáneos, es que todo cohabita en el mismo plano. Y es pertinente recordar que es una novela, una realidad que construye un escritor. Otro aspecto que desconcierta a algunos lectores es que el autor ancla esa "irrealidad" en íconos publicitarios, en un viejo que parece un loco que habla con gatos, un chofer que guía camiones.
Aquí ya entramos en los personajes y su caracterizació n. Kafka Tamura es un muchacho de quince años a quien su padre ha condenado a un destino trágico. En un principio sólo sabemos que el padre es un escultor famoso. El padre de Kafka ha creado el destino de su hijo a base de un misterio: la desaparición de su madre y hermana. A mi me parece una buena metáfora para caracterizar a un dios mitológico. Kafka es entonces el héroe que necesita salir al mundo para enfrentar su destino. Murakami caracteriza a Karka como un muchacho pcoco común. Cuervo así lo indica. Kafka lleva preparándose fisicamente varios años para enfrentar el viaje que emprenderá. El autor nos señala una y otra vez la pulcritud que guarda en relación a su cuerpo y el orden que imparte a los lugares que visita. No es cualquier muchacho de quince años. Tiene una misión y un propósito y se ha preparado a lo largo de un tiempo para cumplir con el mismo.
Paralelamente se desarrolla el personaje de Nakata. Un viejo que se comunica con los gatos. Es un ser humano quien por haber perdido la capacidad cognocitiva, también por un evento misterioso, puede acceder al mundo vedado a otros mortales. Algo así como un sacerdote o un monje. Sólo cuando visita la biblioteca Komura y entra en contacto con la palabra escrita y la señora Saeki comienza el final de Nakata. Es importante observar que Nakata y el caminonero cargan con la piedra de la entrada. Nakura habla con la señora Saeki sobre la piedra y ella muere. ¿Era ella también un espectro? ¿Otra deidad maligna que asediaba a Tamura?¿Una sirena, un demonio?
El punto cimático para Tamura es salir del bosque (otro símbolo muy común en la mitología y las leyendas al referirse a un lugar sin orden claro, lleno de misterios y peligros). Un bosque peculiar en el que habitan soldados de la Segunda Guerra Mundial, la señora Saeki joven, niña. Es un bosque en el que habita una realidad incomprensible. Una realidad a la que Tamura debe ignorar una vez esté de camino hacia el mundo real. Bajo ningún concepto debe mirar hacia atrás (como la esposa de Job). Cuervo intentará persuadirlo para que lo haga, para que sucumba pero la puerta se está cerrando (Nakata la está cerrando) y Tamura debe salir antes de que sea demasiado tarde. El héroe ha escapado el destino "inevitable". Cuervo se tranforma en un verdadero cuervo que vuela sobre el bosque. Tamura es un héroe moderno. Escapa su determismo histórico, sentimental, religioso, mitológico, etc. Escapa de los espejismos para retomar su vida.
La novela tiene mucha tela de dónde cortar. Le otorgo diez estrellas de diez a esta primera lectura.
OTRO "AÑADIDO" DE MARÍA ZAMPARELLI EN RESPUESTA A OTRA PERSONA:
"Y": El uso del cuervo me llamó la atención desde el principio pues me hizo recordar la película de Akira Kurosawa, Los sueños, en la cual hay una escena que muestra un árbol cargado de cuervos quienes salen volando despavoridos. Busqué en internet sobre el tema del cuervo y encontré que en la mitología china puede significar, entre otras cosas, un maleficio, un mal de ojo, en fin algo que no pinta bien para el futuro. A pesar que Murakami es japonés la literatura japonesa tiene gran influencia de la china.
Entre lo que leí sobre Murakami encontré que ha incursionado en el mundo del cine y eso también me parece que se evidencia en las imágenes de calidad cinematográficas que se desarrollan en la novela.
María
Y OTRAS QUE YA NO COPIO AUNQUE ME LO SUGIRIÓ, PUES ME PARECE UN ABUSO TOTAL; LO QUE HE COPIADO ES LO QUE YO PIENSO Y ME HABRÍA GUSTADO SABER EXPRESAR ASÍ DE BIEN.
-DEDICADO ESPECIALMENTE A BLAS Y A Y A TODOS Y TODAS LOS QUE HABLAMOS SOBRE MURAKAMI AQUELLOS DÍAS Y, POR SUPUESTO, CON TODO MI AGRADECIMIENTO A MARÍA ZAMPARELLI Y MI FELICITACIÓN POR ESCRIBIR TAN BIEN (MARÍA). Seguiré leyendo tus críticas, María, aunque no estoy segura de si volveré a leer algo de Murakami, por miedo a que mi teoría se desplome como un castillo de naipes: fue bonito mientras duró...
ME ENCANTA LA CONCISIÓN EN LA EXPRESIÓN
-
Estoy más que convencido de que cuando las ideas se presentan en forma
condensada y breve, el texto gana fuerza expresiva. La explosión
informativa de ...
Hace 5 horas
14 comentarios:
¡¡Hey!! Cómo me alegro de que te gustara "Kafka en la Orilla"! Recuerdo perfectamente esa conversación, fue en el blog de Elphaba sí, y Cloti o Candela también participaron. Te había decepcionado Murakami... Cierto. Quizás Tokyo Blues fuera más comercial en su traducción, puede ser. Como dices tan correctamente, debe ser muy complicado traducir a un narrador tan complejo como Murakami, directamente del japonés. Con la cantidad de interpretaciones que se pueden sacar de un solo gesto facial, imagina de un signo!! Yo lo noto al ver los doramas recomendados por Elphaba, en los que no puedes verlos doblados si no quieres que te rechinen las lentillas, sino escucharlos directamente y con subtítulos. Parece que no, pero con sus gestos y expresiones, cambia totalmente la historia. Si es así con el cine o una serie de Tv, imagina un libro... Qué cantidad de versiones e interpretaciones se pueden sacar con una sola frase ¿verdad?
Toma rollo que te he soltado, y todavía no he acabado :S
Alucino con lo que te ha pasado en el Fnac. Son unos %&/(·#@&!! Yo no suelo hacerles pedidos porque siempre llegan más tarde de lo debido e incompletos, incluso una vez con defectos en las tapas de un libro. Teniendo en cuenta lo pijotera que soy yo con mis compras libreras, ni te cuento el disgusto! Y no, no eres maniática, a mi también me gusta que al comprar un libro, no tenga rayas, ni marcas de haber sido tocado, esquinas torcidas, ni nada por el estilo. Si se tiene que estropear que sea por el uso que le de yo en mi casa o alguno de los míos... Ya te he comentado lo friki que soy para el tema libreril... Cuando hagas un pedido, que sea a la Casa del Libro, allí son muy serios, te mantienen bien informados en todo momento de tu pedido y llegan sin defectos (aunque yo prefiero comprarlo en directo, como siempre digo, es un ritual que adoro...)
En fin, antes de dejarte sin sitio en el blog, darte las gracias por dedicarme tan estupendo comentario entre las críticas a Murakami de María Zamparelli. Es un honor para mi, en serio, me ha encantado, y no lo merezco para nada :D
Muchos besos Fauve!!!
DIOS MIO!!
Acabo de ver la dimensión de mi comentario anterior!!! Aaaaaaaaaagggggg!!! La próxima vez te hago un esquema, disculpa!!
Pero si estás acostumbrada a ver los míos... ajajaja. Me encanta tu comentario, tu ilusión y tu fuerza, veo que te acuerdas bien y eso que cuando me pasó esto que cuento ahora fue hace ya tiempo, y siempre quería decírtelo pero no encontraba el blog en el que se había producido el tema (quizás fue en varios blogs a la vez) y seguro que te acordarás que siempre tenía una cosa para ti pendiente... pues era ésta.
Veo que te ha gustado lo que escribe María Zamparelli casi tanto como a mí, y que olvidé decir que es colaboradora de Ciudad Seva.
A mí también me gusta comprar los libros en persona y así lo hago siempre, menos el día del libro que estaba enferma y no quise romper la tradición (hay una entrada por ahí sobre eso) y cuando hago un regalo a alguien que está fuera, pues por no enviarlo y tal me resulta más cómodo, pero veo que en este caso la comodidad me salió cara. La persona destinataria también llamó para reclamar el pedido y le dijeron ¡que me habían devuelto el dinero! Si lo contara con pelos y señales alucinaríais, pero aún tengo fe en que les llegue y a ver si los llamo por teléfono y se acaban las gaitas, que es un tema que me tiene frita.
Tengo más libros pendientes, pero éste era con el añadido de la estupenda crítica de María Zamparelli, y la dedicatoria es obvia, chiquilla.
¡Besos!
Y lo de la traducción también me pasó con Kafka en la orilla, pero ya lo leí de otra forma y me chifló.
Me has abierto los ojos a un mundo literario totalmente desconocido para mí... Gracias y un abrazo
Pero si luego no te gusta, ¡no se admiten reclamaciones! ajajaja, un beso, Luis Antonio, y gracias por tu comentario.
De visita y recreandome con tu blog,si que esta agradable venir por aqui lo hare seguido,te espero por mi sitio.Mucha luz y hasta pronto...
Gracias, Lely, y gracias también a Cristina, pues ha comentado la entrada en el Buzz y no sé conectarlas, soy un desastre...
No te preocupes, paisa.. a todos nos pasa lo mismo a la hora de visitar y comentar blogs.
Una cosa: yo es que al FNac sólo voy a mirar.
Para comprar libros estoy muy contento con el círculo de lectores y si encuentro algo en el FNAC que me guste, procuro ir luego a una tienda más pequeña a comprarlo (me pasa con los cómics)
¡Hola, Boli! (Ochenta años después, ay). Pues sí, como ves...
Yo ya ni a pasear voy a ir, para no hacer bulto. Que conste que los problemas fueron con la página de internet, pero ellos se desentienden completamente; y habiendo nacido con la filosofía con la que nació la Fnac es una auténtica vergüenza en lo que se ha convertido. Por cierto: tras muchas gestioncitas, ¡hoy le ha llegado el pedido a mi amiga!
A partir de ahora miraré por internet y compraré donde me dé la gana... menos allí, está claro. Creo que me van a echar de menos (o de más) porque me conocía TODO el personal de Coruña ya, jaja. ¡Besitos!
¿Has visto el webcomic Miau que anuncio en la esquina de la izquierda de este blog con un dibujito celeste?
Bueno, y los demás.
¡Me encanta!
Si hay algún buen fotógrafo en la sala, se ruega pase por mi casa a fotografiar a unos señoritos que quiero ganar el concurso...
¡Hola!
¿Habéis leído alguno 1Q84?
Y si sí, ¡contad, contad qué tal!
Y los libros, como Toupeiro Toupeira no me queda a mano, ahora los compro en Casadellibro pero por internet porque me dan comisión en Beruby. ¿Que aún no os habéis hecho de Berubyyyyy? Pues éste es mi enlace:
http://es.beruby.com/promocode/uAw9Ay
No me he acordado de contaros (si hay alguien por aquí) que leí 1Q84 libros 1 y 2 en mi flamante reader de ebooks de los más básicos que existan y con el que estoy encantada, contrariamente a lo que pensaba. La novela ¡me encantó! Y dejé pendiente para más adelante el Libro 3, tanto que aún no lo he leído. Os lo recomiendo, especialmente, claro, a los que os gusta Murakami. ¡Tremendo!.
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