Las figuritas sorpresa de los roscones de Reyes que siempre guardo, aquí los que tengo en casa (tengo más en casa de mis padres, claro):
Rosas del Desierto con piedras de México, dos regalos-regalazos muy, muy queridos:
Ya sé que no se me da muy bien la fotografía, grrrññññ. Aquí creo que se ven mejor:
Max portándose bien para que le haga caso (otra de sus maneras de llamar mi atención, una de ellas es portarse mal) y juegue con él en vez de hacer fotos:
Elefantes Sijks auténticos, o más bien elefantas, ya que tienen cada una un elefantito tallado a través de los huequecitos en su interior, y Matriuska rusa de Rusia antes de la Perestroika, de cuando "Rusia" no era Rusia sino la URSS:
Colonia gatuna húngara y lucense okupando la salita:
Libros amontonados con cierto glamour pendientes de guardar en librerías, digo... Customización del aparador XD:
Customización de la mesa del sofá:
Customización de la mesa camilla:
Y ahora desde arriba:
No salió la piedra volcánica canaria, grrrññññ.
Mis queridas y adoradas brujas Damas Meigas, colección que me regaló mi padre -con cariño, eh-:
Gato negro (bueno, Max) sobre las brujas (bueno, Damas Meigas):
Bruja y brujilla entre pétalos de flores secas:
Las pelis que no vienen de la mula, y recuerdos de algunos viajes:
Me gustan los calendarios. Éste, de Riazor en 1950 (este mes):
Otro, un regalo traído de Grecia:
Otro más:
Otro:
Y otro:
Encima de la lavadora en la terraza, el cactus de Navidad a punto de florecer para hacer juego con el kalia-vanish-oxiaction-ultra-mega-fashion-fucsia-colour:
La mesilla de noche:
La otra:
Por ambas se pasea Max cada noche en su ritual de ronda nocturna diaria, inexcusablemente.
Cosas bonitas a la entrada de casa, como estas chinelas turcas auténticas y genuínas, regalo-regalazo, que no son de adorno sino de usar aunque yo las use de adorno, entre los poquísimos adornos que tengo (que expongo, que los guardo y muy bien guardados y con mucho cariño, son mis tesoros):
Debajo, todo libros a la espera de una librería mejor.
Una de las customizations by Max:
Platillo de la entrada de dejar cosas. ¿Por qué la gente ya no los tiene? ¿No están de moda?
Lo primero que hice al venir a vivir a esta casa: pegar un cartel al lado de la puerta. Muchos aficionados a la lectura y a las editoriales o al Beato de Liébana y tal lo conoceréis, son, obviamente, los cuatro jinetes del apocalipsis:
Lo segundo que hice al llegar a esta casa, creo recordar. Al otro lado de la puerta. Y ahí sigue. Ay, el flash...
Lo que hice en tercer lugar ya no lo recuerdo. Supongo que seguir metiendo cosas. Por cierto: aquí, el tercer y último cartel que pegué, hace poco, en el dormitorio, para tapar un agujerito, reciclado del portal de casa, donde lo habían pegado:
Son las Islas Cíes, pero cada vez las veo menos y más a la liebre con pico de gaviota...
Aún tengo muchos cuadros pendientes de colgar, por no decir todos (cara colorada). Estuve muchos años sin cuadros porque me gustaba cambiar los muebles de sitio continuamente, todos ellos; no sé si era con luna llena o qué pero era una costumbre de "impulso compulsivo irrefrenable". pero ahora con los achaquillos y goteras ya no es tan irrefrenable... y no los muevo, así que va siendo el momento de colgar los cuadros. Cosa pendiente entre las muchas que tengo.
Hablando de..., Rincón de cosas pendientes (qué miedo):
Silla de cosas pendientes:
Papelotes pendientes al otro lado de la entrada, muy bien escoltados y bajo una brújula bristoliana o bristoliense, para no perder el norte:
Y Max, enfadadísimo: "Si puede levantarse para hacer fotos... ¡también podrá levantarse para jugar conmigo!"
Espero que lo hayáis pasado bien con este pedacito de mi mundo que os he construído hoy, o al menos haberos sacado alguna sonrisa; ¡con una me conformo! Que para una vez que no copio y pego... Las fotos son malas porque las he hecho yo; los modelos de las fotos están completamente tal cual estaban, nada se ha movido de su sitio "antes de", y esta menda lerenda se va con Max a ver S.L.Q.H. y echarse unas risas. ¡Abur!
Ah, y que nadie piense que esto sea ningna burla ni asomo de ella sobre las customizaciones y colecciones varias; al contrario: es un pequeño homenaje con mucho humor a eso que tanto envidio y para lo que se necesita tanto orden, disciplina, trabajo, habilidad... y tantas aptitudes de las que carezco y que admiro, aquí, desde mi absurdo caos ordenado, como yo le llamo ;-)