"Las personas a quienes se les marchitan sus plantas despiertan notable recelo entre los demás. La planta no habla pero el hecho de aparecer esplendorosa o mustia la convierte en notorio testigo de su amo, documento de su finura o delación de su incuria, su torpeza o su insensibilidad.
Los animales domésticos se comportan con sumisión y refuerzan siempre el ser de su amo pero las plantas actúan como jueces inflexibles, con vida imparcial que exhiben bien en su alegría o su tendencia a la muerte según el amor o el desamor que presuntamente reciben.
Siempre, en el fondo del sujeto a quien se le mueren sus plantas, se encuentra un inconsciente desdén por lo vegetal que el vegetal percibe intensamente y determina su voluntad de fallecimiento.
¿Desdén por lo vegetal? ¿Alguien puede acoger un sentimiento tan inútil? No es, sin embargo, la funcionalidad sentimental el factor determinante. La planta responde negativamente no sólo ante la circunstancia de creerse desdeñada o desmañadamente tratada sino que reacciona incluso mortalmente si no se la mima.
He aquí el requerimiento crucial: el mimo. No basta con otorgarle algún amor y atención. Ni tampoco esforzarse en procurarle cariño a secas (o a cubos). Es necesario mimarla como a un bebé, atenderla como a un frágil discapacitado, proporcionarle ternura como a un paciente grave puesto que el vegetal casero se encuentra invariablemente al borde de la defunción. Sin auxilios íntimos y genuinos preferiría morir. Y, de hecho, el cuidado de una planta se hace para los no dotados en un permanente sinvivir.
¿Merece la pena este desvelo? Inexplicablemente, la planta pierde luminosidad, el tallo se dobla, la flor se asfixia, la agonía ocupa la maceta. Finalmente, su muerte marca la casa con una insoportable seña de amargura.¿Merece la pena aventurarse a este proceso donde se junta el fin del ser y de su belleza, el vistoso sufrimiento de un inocente sin habla y la terrible consecuencia de nuestra irredimible culpabilidad?"
Vicente Verdú
Fuente: http://blogs.elboomeran.com/vicente_verdu/2007/02/las_plantas.html
INCIPIT 1.528. DIA / MICHAEL CUNNINGHAM
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A estas horas tan tempranas el East River adquiere una fina capa
traslúcida, una piel brillante y acerada que parece flotar sobre el río
mismo a medida ...
Hace 12 minutos
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