AH, QUE TÚ ESCAPESAh, que tú escapes en el instante
en el que ya habías alcanzado tu definición mejor.
Ah, mi amiga, que tú no quieras creer
las preguntas de esa estrella recién cortada,
que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga.
Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño,
cuando en una misma agua discursiva
se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos:
antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados,
parecen entre sueños, sin ansias levantar
los más extensos cabellos y el agua más recordada.
Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses
hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar,
pues el viento, el viento gracioso,
se extiende como un gato para dejarse definir.
José Lezama Lima - Cuba (1910 - 1976)
(Fotografía tomada por esta menda lerenda).
3 comentarios:
Es extraño, los textos de Lezama Lima son tan abolutamente incomprensibles como bellos. Las dos cosas en igual medida.
Completamente de acuerdo. En otras palabras: yo no me enteré de nada por más veces que lo leí, o, mejor dicho, cada vez que lo leía veía un tema distinto; en cualquier caso me pone la piel de gallina y me gustó para acompañar a mi Mau (ya sabes que Mau es el nick de mi gatito para preservar su intimidad en internet, guiño a Embolic).
Bueno, debería haber dicho "con mis palabras" :-(
La terrible hermeticidad del egoísmo: Tan terriblemente excluyente que ni un simple reflejo, ni una sombra..., deja que le acompañe.
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